Zorrillos (Mephitidae)

     Con cola esponjosa, cuerpo negro con un mechón blanco y con un olor un tanto peculiar, hablo de las mofetas o mejor conocidos los zorrillos.

        Iniciemos por una de sus características principales su olor, cuando se sienten amenazados, rocían un líquido producido en sus desarrolladas glándulas olorosas anales, si en su colita. El líquido que arrojan es un compuesto de químicos y ácido sulfúrico que producen en dos glándulas en cada lado del ano, es amarillo y aceitoso e irritante y sirve para alejar a cualquier depredador. Aunque también están los zorrillos moteados que se han ganado el sobrenombre de “zorrillos acróbatas”, debido a que parte de sus advertencias antes de rociar al enemigo es pararse de manos para parecer más grandes.

        Miden entre 50 y 75 cm de largo y pesan entre 2 y 4 kg en promedio, son dóciles y tranquilos, habitan en américa en bosques con zonas abiertas, pastizales, praderas, humedales, barracas rocosas, zonas agrícolas, urbanas y suburbanas, en general los sorillos son solitarios y territoriales, los machos controlan áreas de hasta 20 km² y las hembras de 5 km², aunque es común ver en invierno a varias hembras con un macho para no pasar frio, tienen varias madrigueras que suelen medir entre 2 y 6 metros y tener unas tres cámaras (habitaciones), con hojas, paja o algo que la haga mullida y varias entradas de unos 20 cm de diámetro.

        En general se alimentan de insectos como grillos, escarabajos y larvas, pero si lo necesitan ajustan su dieta e incluyen gusanos, cangrejos de rio, anfibios, peces, reptiles y mamíferos pequeños, huevos de aves y productos vegetales de nueces, semillas, granos y frutos pequeños.