Ardillas (Sciuridae)

Algunas planeadoras y otras con las mejillas llenas el caso es que las ardillas son simpatiquísimas, las hay de varios colores y tamaños, en las junglas y en las ciudades y aunque suelen ser un poco traviesas son inofensivas para nosotros los humanos.

Hay alrededor de 50 géneros y 268 especies y su familia es la Sciuridae, por lo tanto, son primos de los perritos de pradera, las marmotas y el castor de montaña.

Para poder distinguir como es el lugar donde viven las ardillas terrestres aparte de ser más sociales tienen sus patas delanteras más fuertes para poder escavar y su cola más corta, en cambio las ardillas arborícolas son en las que pensamos cuando nos hablan sobre alguna ardilla, tienen la cola pachoncita y larga, con orejas pequeñas y redondas, no solo eso pueden bajar de un árbol con la cabeza hacia abajo y las ardillas voladoras que en realidad no vuelan si no planean son nocturnas.

Las ardillas de los arboles no invernan en invierno por lo que antes de que llegue entierran o esconden bellotas y otras semillas; entierran y desentierran o hacen hoyos falsos para despistar a otros y no les roben su comida.

La mayoría de las ardillas son herbívoras y se alimentan de semillas, nueces y frutas, aunque pueden comer de manera ocasional uno que otro insecto, hongos, piñas de los pinos y hojas, pero hay especies tropicales que son más insectívoras que herbívoras y las que viven en las ciudades has desarrollado capacidad para comer casi de todo.

Como dato curioso corren en forma de zigzag para que sus depredadores no adivinen hacia donde van y pueden alcanzar velocidades de hasta 30 km/h y según la especie tienen cuatro o cinco dedos con garras junto con un pulgar que, aunque no es muy desarrollado sirve para que se agarren y con los cojinetes sus patas son capaces de amortiguar saltos de hasta cinco metros. 

Las ardillas juegan un papel importante en los ecosistemas donde viven ya que son indispensables para la regeneración de los bosques al dispersar semillas ya sea al comerlas y digerirlas o porque olvidaron donde enterraron sus semillas para el invierno, además de que también dispersan esporas de los hongos que comen, son la cena de gran variedad de depredadores.

    Por esas y más razones es importante cuidarlas y respetarlas.