Murciélagos de la fruta

          Este año cumplimos tres años de confinamiento por el virus SARS-Cov-2 y estudios sugieren que el causante de transmitirnos este y otros virus fueron los murciélagos debía a que pueden trasladarse con diversos patógenos sin causarles enfermedades a ellos, pero a nosotros sí, esto causo la destrucción de sus habitad, lo que provoca un mayor contacto con los humanos y la vida silvestre al tener que buscar nuevos lugares para vivir, además de que cuando se estresan, expulsan virus , lo que provocan que nos expongamos aún más.

            Los llamados también Zorros Voladores debido a su cara alargada, orejas pequeñas, ojos grandes y cuerpo peludito pertenecen a la familia Pteropodidae del genero Pteropus y Acerodon, son activos durante el día y el ocaso y a diferencia de otros murciélagos su ecolocalización es casi nula debido a que no la necesitan ya que se alimentan de frutas y su néctar, de vez en cuando de uno que otro insecto, hojas y cortezas de los árboles.

Hablando de comida y de su hocico alargado lo tienen así debido a que como se alimentan del néctar necesitan introducirlo en las flores, cuando buscan la cena parecen volar en grupo, pero en realidad cada murciélago cena por su cuenta y se mantiene en contacto con llamadas, cada atardecer pueden recorrer 150 km para encontrar su comida.

          Los podemos encontrar en Asia, África y Oceanía, habitan en bosques tropicales y son gregarios o sea que viven en colonias de cientos y hasta miles, en las ramas de árboles altos de las que se cuelgan para dormir.

          Tiene gran importancia como polinizadores y reproductores de árboles y plantas, además de que son una especie clave en los ecosistemas que habitan.

          En tanto a las crías hay una sola temporada de apareamiento al año, entre Julio y Octubre, en la que ambos padres tiene varias parejas. En Mayo después de una gestación de 5 meses, mamá da a luz colgada de una rama (de cabeza) y cacha a sus cría con las alas (por lo general una). La cría es pequeña y tiene poco pelaje; a los 5 o 6 meses es detestado.

          Aunque se sugiere que son los intermediaron para el contagio del COVID-19 no hay evidencias concretas, así que es importante cuidarlos ya que están en peligro de extinción y son de gran importancia en el ecosistema al polinizar y comer insectos que generan plagas.